Una alimentación saludable es cuestión de calidad, cantidad y combinación, en personas sanas como en las que tienen alguna enfermedad crónico degenerativa (Diabetes, Hipertensión, etc.) La nutrición debe ser individualizada, por lo que cada persona debe aprender a tomar la responsabilidad de realizar elecciones correctas al comprar o adquirir un alimento. El mejor control de un peso saludable es el resultado de una alimentación correcta y actividad física.
• Completa: Que contenga todos los nutrimentos.
• Variada: Diferentes alimentos en las distintas comidas.
• Suficiente: Que cubra las necesidades de quien la consume.
• Equilibrada: Guardar porciones adecuadas entre sí.
• Inocua: Que no cause ningún daño para la salud.
• Adecuada: Acorde con los gustos y la cultura de quien la consume.
– Incluir en cada comida: verduras, frutas, cereales y alimentos de origen animal
– La proporción de los alimentos debe ser de acuerdo a la edad, peso y talla de la persona
– Adecuado lavado y desinfección de los alimentos
– Mantener un horario fijo para las comidas principales y dedica 40 min para cada comida y mastica bien.
– Consume 600 gramos diarios de frutas y verduras
– Evita el consumo de refrescos y agua de sabor o jugos.
– Toma de 6 a 8 vasos de agua hervida o clorada al día.
– Acude a la unidad de salud con la Cartilla Nacional de Salud para llevar un control de peso y salud
– Consulta al médico para un programa de alimentación saludable.
– Come tres veces al día y entre cada comida una colación como fruta o semillas.
• Tres comidas mayores y 2 refrigerios: Intercambiar los alimentos dentro de cada grupo.
Los 3 grupos son importantes y ninguno debe privilegiarse sobre los demás.
• Consumir verduras y frutas de temporada: Incrementar el consumo de vegetales verdes.
• La fruta se come, no se toma: La fruta no es de consumo libre.
• Preferir verduras y frutas con cáscara y crudas.
• Preferir cereales integrales o de grano entero: Limitar el consumo de cereales con grasa. Combinar las leguminosas con los cereales.
• Preferir lácteos descremados o bajos en grasa.
• Quitar la grasa visible de la carne y la piel del pollo.
• Entre más amarillo es un queso, más grasa tiene.
• La crema no es un lácteo, es grasa.
• Consumir como máximo un huevo al día.
• La porción es la cantidad de alimento que integra cada platillo que consumes en un tiempo de comida: Desayuno, comida, cena y colaciones.
• El número de porciones que una persona necesita para un buen desarrollo, dependerá de su edad, sexo, estatura, y actividad física que practica.
• Cuida que la cantidad de energía que obtengas de tus alimentos, este en equilibrio con la energía que gastas en tu actividad física diaria.
• Recuerda incluir alimentos de los tres grupos y consume al menos 8 vasos de agua al día.
• Contienen vitaminas y minerales.
• A, B, C, K; Zinc, Ácido fólico; Calcio; calcio; Yodo; Fibra; Hierro.
• Contribuyamos a la protección contra diversas enfermedades como: Anemia, Osteoporosis, algunos tipos de cáncer, enfermedades de la piel, enfermedades respiratorias y problemas de la vista.
• 5 verduras y frutas al día te ayudarán a estar sano.
1. El nutriólogo te da atención personalizada
2. Las dietas hechas por un nutriólogo están basadas en tu historia clínica (antecedentes de enfermedades familiares, edad, peso, IMC, medidas, etcétera).
3. Las dietas por nutriólogos se adaptan a tu estilo de vida, gustos e incluso tu nivel económico.
4. En las dietas personalizadas comes “de todo” en una cantidad adecuada.
5. Tus alimentos son variados, no monótonos.
Pero el nutriólogo no sólo sirve para bajar de peso, ya que una alimentación sana y balanceada permite reducir la incidencia de enfermedades, mejora nuestro rendimiento físico y mental, y nos permite disfrutar de la amplia gama de alimentos que nos ofrece la madre naturaleza, para salir de la rutina y sentirnos en sintonía con lo que nos rodea.
¡EMPIEZA HOY!